El hospital comarcal inaugura su aparcamiento privado ante las protestas de los usuarios

El parking de la controversia comenzó ayer a prestar sus servicios y, con su apertura, no tardaron en llegar las protestas de los usuarios. Se trata del aparcamiento soterrado del hospital Costa del Sol que, ubicado bajo el nuevo edificio que compone la ampliación del centro sanitario, obligó a cientos de personas a pasar por caja antes de acudir a su cita médica.
Las nuevas instalaciones para el estacionamiento han cambiado el aspecto de las inmediaciones del hospital comarcal. De todas las plazas existentes en la explanada destinada a los vehículos, la inmensa mayoría de ellas se reservan para el personal del centro médico; mientras que los usuarios sólo pueden disfrutar de un centenar de lugares para aparcar de manera gratuita. Además, el sentido de la circulación en las salidas y los accesos también han variado, por lo que los ciudadanos pasaban en unos instantes de la extrañeza a la indignación.
Por otra parte, en las aceras sobre las que muchos usuarios del hospital solían aparcar de manera ilegal, aunque pocas veces sancionada, se están instalando bolardos para evitar estas prácticas. De esta manera, resulta difícil eludir el pago del parking privado, cuya cuota asciende a los 2,065 euros en la primera hora y se reduce a 1,475 euros en las horas siguientes.
«Me ha extrañado mucho llegar al hospital y ver que tengo que pagar por dejar mi coche mientras voy a una consulta médica. Es verdad que hay cien plazas en las que no te cobran, pero son insuficientes. Lo hacen para justificarse. Es inconcebible que quieran hacer negocio con las personas que van a un centro médico, porque nuestra sanidad es pública», explica molesto Antonio Cortés, quien cree que las autoridades deberían proponer otras alternativas para el estacionamiento de los vehículos.
Colas para pagar
El desconcierto por la novedad de dichas instalaciones también se notaba a la hora del pago, haciendo que se formaran largas colas junto a las máquinas de cobro. Esperando su turno para abonar la tarifa se encontraba Juan Gutiérrez, a quien no gustó nada tener que pagar por estacionar: «Esto es una vergüenza. Es la primera vez que veo algo así en un hospital. Con estas medidas vamos a tener que visitar a nuestros enfermos y estar siempre pendientes del reloj, para que la factura no se dispare. Aquí tienen un buen negocio, porque no tenemos más remedio que venir al hospital cuando enfermamos», dice.
Para José María Ferreira el hecho de tener que pagar por dejar su vehículo en un lugar seguro supone un doble desembolso. «Ya pagamos al Servicio Andaluz de Salud (SAS) con nuestros impuestos y ahora nos quieren sacar más dinero. Si quieren cobrar, que fuera algo simbólico porque, ¿cuánto va a tener que pagar una persona que tenga que estar varios días ingresada? Esto va a provocar muchas reclamaciones y caos en el tráfico, porque la gente buscará la manera de aparcar gratis», insiste.
Caos
El caos que Ferreira predice se pudo notar ayer en las inmediaciones del hospital, donde muchos conductores se quedaban junto a sus coches en doble fila esperando para recoger a sus familiares. Además, los mecanismos de control del paso de los aparcamientos al aire libre se averiaron, causando algunas retenciones en la zona.
En tan sólo un día de funcionamiento de estas instalaciones, ya hay quien cree que la ciudadanía se tendría que movilizar para protestar. «Espero que pronto se denuncie públicamente este abuso, porque tal y como estamos económicamente, no podemos pagar por algo tan básico como la sanidad. He tenido que venir dos veces para mi consulta y para la de mi madre, y me ha costado cuatro euros», explica Juan Manuel García.