La afición ha respondido a la jornada de puertas abiertas del Málaga, la primera de la temporada. Aunque resulte increíble de creer, Jesualdo Ferreira aún no había permitido ni una sola vez que sus aficionados siguiesen de cerca uno de los entrenamientos de los blanquiazules. Según los datos facilitados por el club, 3.000 malaguistas han presenciado la sesión desde la grada de preferencia. Prueba inequívoca de que el malaguismo tiene ganas de estar con su equipo y seguir sus evoluciones a diario. Pese a la respuesta masiva de la hinchada, Ferreira no variará lo más mínimo su planteamiento y a partir de la próxima semana los entrenamientos serán privados sine die.

Lo que sí ha quedado patente es que la afición blanquiazul tiene ganas de mostrar su apoyo al equipo y está con la plantilla. La inversión realizada por los dueños obliga a ilusionarse con grandes retos deportivos. El vestuario ya ha podido palpar que mañana en el derbi el ambiente de La Rosaleda será el de las grandes ocasiones.


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