El equipo albiceleste, el más goleado de Primera División, está lejos de la idea que quiere Jesualdo Ferreira

Un equipo se construye como una vivienda, sobre la base, que es lo primordial. El Málaga tiene el mejor tejado posible, la línea de ataque, pero flaquea no en los cimientos –la defensa–, sino en una estructura –el centro del campo, sobre todo– para la que Jesualdo Ferreira intenta encontrar soluciones a corto y medio plazo, ante la ausencia de Duda y el hecho de que Apoño no esté todavía al cien por cien. A la hora de ser el equipo más goleado de Primera (con doce tantos encajados) también influye que se haya medido en los seis primeros partidos a tres conjuntos –Valencia, Sevilla y Villarreal, todos en La Rosaleda, en vísperas de recibir al Real Madrid– que disputan competición europea y que, por tanto, estaban más rodados cuando comenzó el campeonato liguero.

EL DELANTERO, EL PRIMER DEFENSA
Escasa presión arriba

La presión de los delanteros arriba es vital, con el fin de evitar que el conjunto rival salga con el balón controlado. Suele decirse que el primer defensa de un equipo es el ‘nueve’, que en este caso es Rondón. Ahí comienza la labor defensiva del colectivo malaguista. El venezolano está flanqueado en punta por Quincy y Eliseu –el portugués será baja ante el Real Madrid y podría ser sustituido por Sebas Fernández–, con lo que la presión comienza demasiado arriba al utilizar el equipo albiceleste un sistema 1-4-3-3.

VENTAJA PARA EL RIVAL
Excesiva distancia concedida

El Málaga CF le concede demasiada distancia al conjunto rival. Hay muchos metros entre el mediocampo y la delantera, algo de lo que suele aprovecharse el equipo contrario. Las líneas de juego deben estar más juntas, no sólo entre la medular y el ataque, sino también entre el centro del campo y la zaga, aunque este apartado lo ha corregido Jesualdo Ferreira en muchas fases de las dos últimas jornadas.

NO FUNCIONA EL ‘ACORDEÓN’
Errores al replegarse

Además, muchos jugadores del Málaga CF no se repliegan al unísono, como si el equipo fuera un acordeón –símil que suelen emplear muchos entrenadores– para conjuntar las líneas y evitar fisuras por donde llega el peligro de los jugadores más desequilibrantes del rival. Este tipo de fallos suelen producirse, por lo general, por no haberse trabajado lo suficiente o por tratarse de un sistema de juego novedoso, como es el caso, con lo que hará falta un tiempo prudencial para ver los resultados positivos.

DESPISTES PUNTUALES
Errores de posición

Por si fuera poco, algunos integrantes de la plantilla malaguista han cometido durante estas seis jornadas disputadas errores de posición que han derivado en goles encajados. Son fallos puntuales, despistes que obedecen a la falta de concentración en determinados momentos del encuentro. Muchos de estos lapsus se han producido en acciones defensivas a balón parado, una de las asignaturas pendientes en este comienzo de la competición liguera, de la que son conscientes los componentes del cuerpo técnico.

EL 1-4-3-3 ES UNA NOVEDAD
Falta de adaptación al sistema

No es habitual que un equipo modesto utilice un sistema tan ofensivo como el 1-4-3-3, que es el que emplea el Málaga CF. Se trata de un dibujo táctico muy ameno para el espectador al jugar el equipo con mucha verticalidad, pero que tiene sus consecuencias negativas en defensa si no se ponen remedios. La adaptación a este novedoso sistema para el Málaga requiere tiempo para los jugadores, muchos de los cuales están tardando más tiempo del esperado en adaptarse al mismo.
Es algo que depende de las condiciones de cada futbolista, al margen de la disposición, que está siendo excelente, según señaló ayer Nuno Espírito Santo en la Cadena Ser. No es, de esta forma, un problema de una línea de juego en concreto –cuando se encajan goles las críticas adversas suelen ir hacia la zaga–, sino de todo el bloque, si bien el centro del campo está dejando muchos huecos y los laterales no cuentan con apoyo suficiente por parte de los extremos.

PESE AL ESFUERZO EN CARRERA
Incapacidad para robar balones

El Málaga, en general, siempre sabe qué hacer cuando el balón obra en su poder. La situación es muy distinta cuando se pierde el esférico, ya que numerosos jugadores del equipo –bien sea por su condición de futbolista ofensivo o por otras cuestiones– son incapaces de recuperar la pelota, pese al enorme esfuerzo que supone darse una carrera de treinta o treinta y cinco metros para robarle el balón al contrario. Es, por este motivo, que el Málaga CF necesita la pelota, quiere ser dueño de la posesión, como le ocurre a conjuntos como el Real Madrid, el Barcelona, el Getafe, el Sevilla y el Villarreal.

HAY QUE SER AGRESIVOS CON CABEZA
Falta de mentalidad y confianza

Algunos jugadores del Málaga CF parecen no contar con la mentalidad o la confianza suficientes para adaptarse a la situación defensiva que requiere cada situación. Hay futbolistas que reculan en exceso, dando muchas facilidades al jugador contrario para que desborde con descaro, centre con peligro o se acerque en exceso a la media luna del área malaguista. Ésta es una parcela que deberá ser trabajada psicológicamente por el entrenador, Jesualdo Ferreira, o por algunos de sus colaboradores.
La eficacia que muestra el Málaga en ataque, no sólo por los goles que marca sino por la ingente cantidad de ocasiones que genera, ha eclipsado en cierta medida los errores defensivos y ha posibilitado que no se pierdan excesivos puntos en este primer tramo del campeonato de Liga.
No obstante, la faceta defensiva, asignatura pendiente del equipo albiceleste, es algo que trabaja casi a diario el bloque albiceleste, según aseguran los componentes del cuerpo técnico. Un Málaga que quiere optar a quedar entre los diez primeros clasificados no puede permitirse recibir una media de dos goles por encuentro. Una buena defensa posibilita un mejor ataque.


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