"Podemos hacer historia ya este año, no esperar dos o tres como se habla"

El central del Málaga desea "ayudar al equipo a estar en un puesto entre los grandes" y ve con buenos ojos los cambios vividos en el club: "Nos liberan un poco la cabeza"

Nacido en Fernandópolis (Sao Paulo, Brasil) el 26 de agosto de 1979, aunque se considera de Alvares Florence, el pueblo donde emigró a los 3 años para que su madre no añorara tanto a su padre y pudieran verle más de tres días cada dos meses, Weligton sabe lo que es superarse en la vida. De hecho, la agricultura parecía como su destino obligado, pero las tardes jugando al fútbol le cambiaron la vida por completo. Por eso, para el central del Málaga, el crecimiento de la entidad le resulta familiar. Y hasta se muestra ambicioso a la hora de fijar los plazos.

-Pasó el calvario de Almería.

-Sí, sí. Ahora hay que aprovechar esta semana para recuperar y trabajar ya pensando en el Real Madrid.

-Lo cierto es que se lo decía por la sensación de miedo que reconoció tener antes de volver al lugar donde sufrió la peor lesión de su carrera.

-Es verdad. Era imposible no pensar en ello. Cada día que se acercaba el partido me entraba frío en la barriga. Afortunadamente las cosas salieron bien, pude hacer mi trabajo y salí satisfecho del campo.

-¿Cómo se afronta una situación así? ¿Qué se le pasaba por la mente los días previos al partido, al pisar el césped o cuando ya empezaron a jugar?

-Cuando empezamos a calentar fuimos justo a la esquina donde me produje la lesión y se me pusieron los vellos de punta. Estaba ansioso de que empezara el partido porque sabía que ya me olvidaría de todo. Además, durante el partido no dio tiempo para estar pensando en ello. Estuvimos ahí con mucho trabajo atrás por jugar con uno menos. La verdad es que desde que empezó ya me olvidé de todo.

-Pues verle tendido en el césped durante la segunda mitad asustó a más de uno.

-Sí, peo era otra cosa. Había tenido un golpe en las costillas y me había quedado sin aire. Pero no fue nada grave.

-Menuda faena es jugar tanto tiempo seguido en inferioridad.

-Sí, la verdad es que al final se nota. Es complicado ya jugar once contra once. Sabemos que en esta Liga un jugador menos hace mucha diferencia.

-¿Han hablado con Eliseu? Porque, aunque las expulsiones no sean justas, las acciones sí que son evitables.

-Bueno, hablamos, también tuvimos un momento de cachondeo con él, pero él ya sabe que tiene que estar más listo. Con todo lo que se ha hablado de él durante estas dos semanas, la gente va a estar más pendiente. Él es un chico inteligente, que ya tiene experiencia y creo que va a saber reaccionar.

-¿Él qué dice?

-Lo que os dijo a vosotros al acabar el partido, que no le ha tocado, que su idea era irse con la pelota. Las imágenes también son claras. Es normal que esté un poquito tocado, no por haber golpeado a alguien, sino por estar pensando que los árbitros le estén mirando con lupa.

-Hablemos de cosas más alegres. Pese a que aún falta alcanzar una mayor regularidad, el equipo da destellos de que puede ilusionar este año a su gente.

-Creo que la afición, la gente de fuera, está ilusionada con la compra del club. Se habla mucho de ello. Pero nosotros, aquí dentro, somos conscientes de nuestra realidad. Sabemos qué tenemos que hacer. Debemos tener un equipo con los pies en el suelo, pero ya se notan los cambios en la forma de jugar, en la manera en que afrontamos los partidos. Creo que poco a poco vamos a montar la cara de un nuevo Málaga.

-¿Qué es lo que ha cambiado bajo su prisma?

-Empezamos a cambiar desde fuera, las instalaciones, los trabajadores... Creo que todo ha cambiado desde ahí. Entonces, nosotros aquí dentro notamos que también cuentan mucho con el entrenador, que viene con unas ideas nuevas, unas ideas de jugar diferente a lo que veníamos haciendo. Tenemos una mentalidad de que debemos tener la pelota, salir jugando, no sacarla con pelotazos. Creo que poco a poco el equipo lo va asimilando y ahí hay que mantener la regularidad.

-¿Cuánto cree que le queda para dar su verdadera medida?

-Cada partido se va subiendo, se va mejorando. Hay que tener la idea clara de que vamos a marcar goles, tener muchas ocasiones, y que debemos defender todos.

-¿Cuál cree que es el techo de esta plantilla?

-No vamos a planear un techo, pero sí que podemos llegar lo más lejos posible, hacer historia ya empezando desde este año, no esperar dos o tres años como mucha gente habla. Creo que los que estamos aquí tenemos que pensar desde ahora. Sabemos que la oportunidad está ahí y tenemos que asegurarlo.

-Cuando dice hacer historia desde este año, ¿a qué se refiere concretamente?

-Hombre, es normal que la primera idea sea no descender. Pero, a partir de ahí, buscar los puestos de UEFA, quedar entre los diez primeros. Pero tenemos que pensar partido a partido y luego marcarnos los objetivos.

-Con respecto a los nuevos dirigentes, ¿qué les transmiten?

-Hemos visto muy pocas veces al presidente, a Abdullah [Ghubn]. El que nos transmite mucho es Jesualdo [Ferreira]. Pero el presidente, cuando viene, nos habla siempre de que tenemos que tener la idea de que podemos hacer las cosas, que podemos ganar, que podemos hacer un Málaga grande desde ya y que él está ahí detrás para apoyarnos en lo que haga falta.

-¿Y ustedes qué sienten?

-Sentimos que tenemos un respaldo, tenemos todo lo que nos hace falta para jugar, para entrenar, para poder trabajar tranquilamente. Y eso creo que nos libera un poco la cabeza y nos hace creer que tenemos mentalidad sólo de trabajar y poder hacer las cosas.

-¿Qué destacaría de Jesualdo Ferreira?

-Es un hombre que tiene una mentalidad diferente de muchos entrenadores de Portugal. Que, a partir de que entró en el Oporto, empezó a ganar, a tener una mentalidad ganadora. Creo que eso es lo que nos ha traído: intentar meternos en la cabeza que podemos ganar, ser un gran equipo.

-Pese a haberse dado tantos cambios, usted sigue igual un año más y en las crónicas le siguen llamando 'el mariscal'.

-Yo intento hacer mi trabajo de la mejor forma posible. Además, ahora, con los inversores, con los fichajes, con los cambios que se han dado, espero poder acoplarme más, mejorar y así ayudar al equipo a estar en un puesto entre los grandes.

-No cambie, que es un placer.

-Muchas gracias.



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